OSAR VIGILA Y ANALIZA LA VIOLENCIA SEXUAL EN NIÑAS Y ADOLESCENTES EN GUATEMALA
Visibilizar, monitorear y analizar la violencia que atraviesan las mujeres, niñas y adolescentes guatemaltecas es una de las acciones que ha emprendido el Observatorio en Salud Reproductiva (OSAR), al hacer pública la información que manejan las instituciones en salud, donde se revela cuántas jóvenes y menores se encuentran embarazadas, así como la cantidad de muertes maternas que se dan en el país.
El OSAR es un mecanismo de participación de la sociedad civil y surge con el objetivo de hacer incidencia en el marco del cumplimiento de las políticas del derecho a la salud sexual y reproductiva en Guatemala. Al observatorio le acompañan organizaciones como el Colegio de Médicos, Ginecólogos y Obstetras; y las universidades a través de las facultades de medicina, entre otras. Esto con el fin de monitorear y fiscalizar la implementación de las políticas públicas relacionadas con la salud reproductiva.
“Nuestra incidencia es en derechos sexuales y reproductivos, trabajamos en generar protocolos, normativas que tengan que ver con la reducción de la muerte materna. Rutas de atención, políticas y reglamentos. La temática del OSAR es diversa pero siempre en el marco del derecho a la salud”, dice Ana Victoria Maldonado, coordinadora de programas de OSAR.
Por medio del proyecto Guate Diversa e Inclusiva (GDI) de Hivos Guatemala, el OSAR logró dar atención a tres temas claves en el país a los cuales les ha dado seguimiento; así como implementar acciones de la vigilancia de la muerte materna e impulsar la participación de las jóvenes y las niñas con actividades lúdicas. En el marco del proyecto GDI se efectuaron ferias de salud y talleres, se llegó de forma directa a las jóvenes y niñas en centros educativos en áreas geográficas muy específicas como municipios de Huehuetenango, Quiché y San Marcos.
OSAR, además de monitorear los datos que se obtienen de los entes y socializarla de forma clara en infografías y una lectura más sencilla, genera análisis para que se tomen acciones que permitan que esas estadísticas disminuyan y las campañas sean más específicas de acuerdo con cada contexto del país.
“Hemos obtenido muchísimos logros, en el marco del proyecto de graduar a más de 600 niñas en el programa de empoderamiento. A través de la incidencia y manejo de información en violencia sexual la presentación de una iniciativa que tiene que ver con reformas en las actuales leyes para poder mejorar el tema de la atención y de la justicia a las niñas menores de 14 años embarazadas, a través de la Ley Angelina”, afirma Maldonado.
Solo en este año, de enero a julio se han registrado 38 mil adolescentes madres de 15 a 19 años y mil 429 madres entre 10 y 14 años. Sin estos datos la posibilidad de saber la realidad del país quedaría en los cuadros de Excel de las instituciones gubernamentales y no llegaría a un público mayor que cada día se entera más al entrar al sitio web o redes sociales de OSAR.
“Nos queda a nosotros en este proceso de GDI mantener desafío el tema de educación integral en sexualidad, comprender que va tener como resultado que las adolescentes atrasen la maternidad o sepan tomar decisiones. Pero se necesitan más maestros capacitados en educación integral sexualidad. Así como un proceso planificado, ordenado, sistematizado y evaluado que tienen que ver con contenidos básicos que a su vez también tienen que ver con el contenido educación integral sexualidad”, enfatiza la coordinadora.
Posicionar este tema y vigilar lo que ha pasado y sigue pasando es una tarea que no puede parar hasta que los datos indiquen que las niñas y jóvenes en Guatemala no son más madres sino niñas y adolescentes que disfrutan una vida libre de violencia sexual.