VISIBLES: LA ORGANIZACIÓN QUE GENERÓ ESPACIOS LGBTIQ+ EN GUATEMALA
Para la comunidad LGBTIQ+ en Guatemala son pocos los espacios seguros en los que pueden expresar su identidad y sexualidad sin recibir miradas prejuiciosas o curiosas. Es por eso que desde el 2018 una organización dio sus primeros pasos y le apostó a crear una comunidad entre lesbianas, bisexuales, gais, trans, personas no binarias y otras disidencias sexuales para hablar de las distintas experiencias que les atraviesan, así como visibilizar sus derechos humanos. Esa organización se llama Visibles, un grupo de personas se abrieron camino acercándose a la juventud para compartir y encontrarse a través de campañas, talleres, voluntariado y espacios físicos y digitales.
El centro de trabajo de Visibles está destinado a la incidencia social, la comunicación y la formación. Desde estos ejes, su esfuerzo máximo apunta a la inclusión, así lo indica Diego Secaira, director de proyectos de Visibles: “Visibles es una organización de base comunitaria que trabaja para lograr la plena inclusión de las personas de la diversidad sexual. Tenemos un fuerte enfoque en trabajar en la juventud LGBTIQ+”.
Su labor en la incidencia social está orientada en transformar la acción pública, esto quiere decir que las instituciones del Estado sean las primeras en garantizar los derechos de todas, todos y todes. Hacen uso de herramientas como la investigación social para posicionar las problemáticas de la comunidad LGBTIQ+ en Guatemala: “Presentamos los productos de nuestras investigaciones para que como organización podamos explicar cómo intervenimos para mitigar determinado problema”, menciona el director de proyectos.
Dentro de su estrategia de comunicación han logrado generar campañas desde redes sociales hasta acciones de concientización en las calles sobre los derechos humanos y problemáticas de la comunidad. Secaira explica que estas estrategias tienen como objetivo “derribar los prejuicios”. Entre las campañas realizadas recientemente están: “Vida trans”, “Miradas diversas”, “Voto consciente” y “Somos familia”. Esta última mostró una cara que pocas veces es visible en las sociedades centroamericanas: las familias diversas. Estas acciones de resistencia se contraponen a acciones gubernamentales que borran a la comunidad LGBTIQ+, como cuando el 9 de marzo de 2022 el presidente Alejandro Giammattei declaró a la Ciudad de Guatemala la “Capital Provida de Iberoamérica”, excluyendo con ello a todo tipo de familia que no sea la “tradicional”.
En “Somos familia” muchas personas de la comunidad LGBTIQ+ compartieron y vieron de primera mano la historia de familias diversas que viven en Guatemala y comparten su amor. La campaña se desarrolló casi durante un año con distintas acciones de comunicación, desde videos hasta actividades de convivencia. Según los datos de Visibles, las campañas que han realizado en redes sociales han tenido un alcance de más de 20 mil personas.
La visibilidad de los derechos de la población LGBTIQ+
Difundir información sobre derechos humanos y hacer visibles las experiencias que tiene la población LGBTIQ+ en cuanto al cumplimiento de sus garantías como ciudadanxs guatemaltecxs al acudir a las instituciones públicas, son acciones que se han trabajado desde Visibles por medio del espacio digital denominado “Centro de datos abiertos” que se encuentra en la página web de la organización. Este es un instrumento creado desde la investigación, que ha recopilado, sistematizado y facilitado un análisis de datos cuantitativos y cualitativos sobre el acceso a justicia, educación y empleo de la población LGBTIQ+ en Guatemala.
“Nosotros hicimos la recopilación de datos de fuentes oficiales, de Instituciones del Estado, para hacerlos públicos. Eso también tiene un impacto social y ayuda a otros investigadores, por ejemplo, periodistas que quieran saber cuáles son los casos que tienen un avance en el proceso penal. Esos son los datos que las instituciones deberían hacer públicos”, enfatiza Secaira.
Esta iniciativa se hizo pública en el 2022 y se espera que en este año se actualicen los datos para dar a conocer información como: cuántas personas de la diversidad han denunciado agresiones en su contra ante el Ministerio Público, así como el número de personas de la comunidad que se encuentran privadas de libertad, cifra que en el último año alcanzó un total de 386 personas.
Otro dato importante que el Centro de datos abiertos ha logrado visibilizar en el ámbito de la justicia es que solamente cuatro instituciones del sector de justicia penal han implementado programas de capacitación en materia de derechos humanos LGBTIQ+. Entre las que se encuentran el Instituto de la Víctima, el Instituto de la Defensa Pública Penal y el Instituto Nacional de Ciencias Forenses de Guatemala.
También se ha revelado que el Ministerio de Trabajo no cuenta con una dependencia para resguardar la atención de las acusaciones de discriminación en el empleo relacionadas a la orientación sexual, la identidad de género y las características sexuales.
Hacer comunidad
Esta organización, liderada por Ana Lanz, una mujer lesbiana, y un equipo central de seis personas que también pertenecen en su mayoría a la diversidad sexual, ha apostado por la importancia de hacer comunidad.
Por medio de la investigación y la concientización se ha permitido que más personas de la comunidad LGBTIQ+ puedan hablar, encontrarse e intercambiar ideas. Uno de esos espacios es el Club de Lectura que inició en el 2018 y que actualmente lleva seis ediciones, en donde se han leído obras como Orlando de Virginia Woolf y Los siete maridos de Evelyn Hugo de Taylor Jenkis. A través de la lectura se ha logrado que las personas se unan, conozcan historias y autores de la diversidad sexual, así como que más personas se acerquen a espacios en los que se pueden expresar sobre temas que no pueden exteriorizar con amistades o familiares por falta de interés o discriminación. Para este espacio reciben más de 60 solicitudes, ya que es el único club de lectura en el que tanto los textos que se leen como las personas que participan son de la comunidad.
A esto también se suma el proyecto “Pieles” (2018) que pasó a llamarse “Voces” (2019), en el que se exponen temas que incluso a veces son difíciles de abordar dentro de la comunidad LGBTIQ+, cómo salir del closet, terapias de conversión, la bisexualidad y la pansexualidad. Este es un espacio para compartir más allá de la comunidad como con personas que son aliades y familiares.
Voluntariado
Para quienes quieren involucrarse más en las actividades y acciones de Visibles, la organización cuenta con un voluntariado de no menos de 25 personas que se integran a las distintas acciones que generan.
Quienes han estado en sus actividades, regresan y pasan la voz para que más personas participen. Christian Rossell, que inició como voluntario y ahora es parte de la junta directiva de la organización comenta: «Siempre es un espacio seguro, diverso y entretenido, en donde uno aprende un montón. He formado parte del club de lectura, en el que hemos podido hablar de lo que nos atraviesa. Son espacios para conocer a más personas, sobre nuestros derechos y los temas que nos interesan. Y están abiertos a todo público».
Hacer visibles los derechos de la comunidad y crear comunidad son caminos que han demostrado el éxito de esta organización y que se refleja con su labor de casi cinco años.