Un acto político
Cada 11 de octubre, en distintas partes del mundo, muchas personas se reúnen para conmemorar el Día Internacional de la Salida del Armario. La conmemoración se originó en Estados Unidos y se convirtió en un día para generar conciencia sobre la importancia de salir del armario, de visibilizar la diversidad sexual y de reclamar los derechos humanos de todas, todos y todes.
Una marcha que se volvió una conmemoración
En los años ochenta, en Washinton, se celebró la segunda Marcha Nacional por los Derechos de Gays y Lesbianas. Esta marcha reunió alrededor de 500 mil personas. Ese hecho fue conocido como “la gran marcha”.
La marcha visibilizó recuerdos, vivencias y nombres de personas que murieron por complicaciones de salud relacionadas al sida. Esta visibilización se hizo a través de una manta grande, con bordados artesanales, que permitió rescatar la memoria de los fallecidos y abrió la puerta para hablar sobre el estigma y la discriminación por el VIH.
Más tarde, Robert Eichberg y Jean O’Leary, impulsaron el Día para salir del closet. Eichberg falleció a los 50 años por complicaciones de salud, sin embargo, hizo un aporte importante para la visibilización. Escribió un libro llamado ‘Coming out: An act of love’. Por otro lado, O’Leary fundó uno de los primeros grupos lésbicos dentro del movimiento de mujeres, el grupo fue llamado: ‘Lesbian Feminist Liberation’.
El esfuerzo de Eichberg y O’Leary tuvo continuidad y en los años siguientes se realizaron campañas en la que participaron artistas para promover la salida del closet. La campaña se volvió mundial y hasta la fecha se sigue conmemorando el día para salir del armario.
Todo a su tiempo
Salir del armario tiene sus implicaciones. Por un lado, desconcierta saber cuál puede ser la reacción de los familiares y, por otro lado, lo que la sociedad pueda decir. Sin embargo, existen espacios y organizaciones donde se da asistencia a las personas que buscan salir del armario.
Las organizaciones de diversidad sexual tienen claro que la salida del armario es a su tiempo, considerando que cada persona vive en un contexto distinto y que las dificultades para tratar estos temas con los familiares, amigos y compañeros varían de acuerdo al conocimiento que tengan sobre las personas disidentes.
En 2020, Odasa realizó un cortometraje en el que abordó el diálogo de una chica con su abuela, quien le aconseja que cuando el corazón manda, no hay nada que se pueda hacer y solo hay que buscar ser feliz. Les invitamos a ver el cortometraje Mamá Catalina.